En las sociedades actuales las empresas suelen supeditar los beneficios a los costes de producción. La idea es optimizar al máximos los procesos de fabricación recortando en tareas y funciones para que el rendimiento final sea mayor y los resultados de las operaciones ofrezcan réditos más altos.
En llusar confeccionamos la fruta según las exigencias del cliente y la calidad del producto. Trabajamos con diferentes envasados para que cada distribuidor pueda elegir el suyo.
Existen cientos de variedades de cítricos. Algunas son jóvenes y otras plantas antiguas. En Llusar cultivamos y producimos sólo las mejores en cada segmento.
Naranjas de mesa, navels y navelates, clementinas clemenvillas, oronul y mandarinas orris o nadorcott. En cada lugar plantamos pies adecuados, los cuidamos con paciencia y mimo hasta que sobre el tercer año estudiamos su rendimiento. Observamos su evolución pacientemente hasta ver cómo se adaptan al clima y la tierra que los acoge. A veces funciona y otras no. Cada paso exige mucha inversión y trabajo pero nos gusta hacerlo. La agricultura nunca será una ciencia exacta.
Las normas de Seguridad Alimentaria imponen unas condiciones rigurosas para que llegue la fruta a su destino en perfecto estado para su consumo. Una parte de esa responsabilidad recae en la calidad de los distintos materiales empleados en el envasado.
En Llusar estamos pendientes para que todos nuestros proveedores ofrezcan un alto grado de exigencia que sabemos que cumplen en materiales reciclables. Sacos de arpillera, cartones para bandas y de doble canal para cajas, tintas ecológicas, papel de seda para envolver naranjas y papel especial para las camisas, bandejas de maderas naturales, palees de madera y etiquetajes.
No dejamos ningún elemento suelto. Nada se deja al azar.